Lactarios en Instituciones Publicas

"Lactarios en la instituciones publicas donde trabajen mas de 20 mujeres", dice la legislación....... Las mamás que trabajan lo saben perfectamente: conciliar la vida laboral con el rol materno puede ser un vía crucis, sobre todo luego de dar a luz. Y es que, aunque contemos con ayuda, el hecho de separarnos de nuestros bebés no solo es complicado en términos psicológicos. ¿Qué pasa si yo quiero mantener a mi hijo con lactancia materna exclusiva? ¿Por qué en la mayoría de trabajos es incómodo –o imposible– hacerlo? ¿Por qué muchas veces la extracción de leche se realiza en el baño de la oficina, de pie y con el apuro de un impertinente tocando la puerta? Ante esta situación, que no solo genera tensión sino que además incumple los requisitos mínimos de higiene, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo dispuso la implementación de lactarios en instituciones del sector público donde laboren veinte o más mujeres en edad fértil. Estos espacios, acondicionados para que la madre trabajadora pueda extraerse la leche con la tranquilidad que necesita, tienen las siguientes características: el área no debe ser menor a los diez metros cuadrados, el ambiente debe brindar la privacidad y comodidad para extraerse la leche sentada, contar con un refrigerador en donde almacenar la leche durante la jornada laboral, tener una ubicación accesible (primer o segundo piso, salvo que la institución cuente con un ascensor) y un lavabo dentro del área o cerca del mismo. Esta medida entró en vigencia el 23 de agosto del 2006, pero a la fecha existen solo 180 lactarios, 124 en Lima y 56 en provincias. Según la congresista Rosario Sasieta, el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia establece como primer objetivo estratégico asegurar una vida sana para los niños, y se espera que para el 2010 todos los menores de dos años accedan a la lactancia materna y a la alimentación complementaria óptima. Pero, ¿qué pasa con las madres que laboran en el sector privado, es decir, la gran mayoría? Una pregunta que deberían plantearse en el Congreso. LA LECHE DE MAMÁ "Vaciar los pechos es clave para mantener la producción de leche", comenta la doctora Sarah Vega, impulsora de esta iniciativa y ex directora general de Familia y Comunidad del Mimdes. "En una jornada laboral de ocho horas sería saludable que la madre se extraiga la leche mínimo dos veces al día". A una mamá adiestrada, esta gestión no le tomaría más de veinte minutos. "Está demostrado que cuando una mujer sabe que su hijo está recibiendo su leche, el sentimiento natural de pena por separarse de su bebé disminuye y la reinserción laboral es menos frustrante", continúa la pediatra. Pero no es únicamente el aspecto emocional el que hace de los lactarios una necesidad y un pedido urgente: los lactarios aseguran una vida sana para el bebé ya que, como afirma la doctora, "la leche materna previene diarreas y enfermedades respiratorias severas en el bebé, además transmite defensas contra una serie de enfermedades producidas por bacterias, virus y parásitos, proporciona los nutrientes perfectos para el óptimo crecimiento y desarrollo de todos sus órganos y sistemas, incluido el cerebral. Cada vez más trabajos de investigación muestran beneficios en la vida adulta para los niños que recibieron lactancia materna exclusiva, como mayor desarrollo de la inteligencia y menor riesgo de cáncer, diabetes y obesidad". Otra maravilla de la leche materna es que prepara al niño para cuando reciba alimentos sólidos. "Todo lo que la madre ingiere pasa a través de la leche materna y los bebés se pueden sentir más atraídos por ciertos olores y sabores. Es por ello que de alguna manera la leche materna prepara el paladar del bebé para que acepte más fácilmente las comidas que se le darán a partir de los seis meses". Es por ello que ninguna leche ‘de fórmula’ podría igualar a la de mamá.

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